La inulina de agave tiene múltiples beneficios para el cuerpo. Actúa como un prebiótico, mejorando la absorción gastrointestinal de minerales, aumentando la saciedad y reduciendo el riesgo de aterosclerosis. Además, tiene bajo valor calórico, es hipoglucemiante y favorece la biodisponibilidad de calcio y magnesio.
La inulina de agave se puede consumir en cualquier momento del día, ya que no altera el sabor ni el aspecto de los alimentos. Sin embargo, para quienes tienen dificultad para tolerarla, se recomienda tomarla junto con las comidas en pequeñas cantidades distribuidas a lo largo del día. Esto ayuda a mejorar la tolerancia y aprovechar sus beneficios de forma más efectiva.
